sábado, 8 de febrero de 2014

LOS DESENFRENOS Y EXCESOS DE UN CONCURSO: UN HELIOGÁBALO.

Me imagino la expresiones de asombro colectivo de todas y todos los participantes en el #Unafotoxdíax28días al leer anoche en el Twitter la asignación para este día. Un heliogábalo

Y los comentarios acerca de la salud mental de los coordinadores de RMTF Jajajajajajaja!¿Acaso no saben que en oportunidades anteriores ellos han hecho locuras semejantes? Recuerdo el "Ataque de Tiburón" , "Una ritidictomía" o el "Mamífero Volador" de hace dos años. "Un kamikaze", "Un mutante" y "Un titubeo" del año pasado. Maña vieja no es costumbre dicen en el campo. Y el que venga a esto esperando una papaya, está más pelao que rodilla e chivo. 
Así que luego de sacudir la cabeza, reirme un rato, (de forma nerviosa, confieso) y como hacemos todos, comentarlo en familia para ver la cara que ponían, puse a dar vueltas la cabeza hasta el extremo que ya el cuello me dolía. Parecía el Exorcista, jajajaja!

Googlé el desconocido término, encontrándome con que no era ninguna especia animal o vegetal, ni menos esotérica sino un personaje interesantísimo del Imperio Romano y llegué a narraciones como la siguiente:

Según el Diccionario de la Real Academia Española,  un heliogábalo es una "persona dominada por la gula", y explica que es así "por alusión a Heliogábalo, emperador romano, que fue voraz". La verdad es que Heliogábalo, fue un pobre chico elevado a la dignidad imperial a los catorce años por las intrigas de su abuela. Parece, según dice Dion Casio, que su vida y conducta no eran especialmente ejemplares en ningún sentido; el joven césar fue asesinado en el año 222 A. C. cuando solo tenía dieciocho años.
Este interesante personaje cuyo nombre como Emperador fué  Vario Avito Bassiano  o como él mismo se autonombró Heliogábalo, en referencia a una deidad erótica de los fenicios, se casó sacrílegamente con una vestal, una sacerdotisa con voto de castidad. Casó simbólicamente la deidad priápica Baal con Juno, la diosa de los fornicadores y las rameras. De comportamiento transexual, ofreció una gran recompensa al médico que le convirtiese en mujer quirúrgicamente. Al no encontrarlo, lo sustituyó por la circuncisión. Ante el Senado Romano, convocado en sesión especial, mutiló animales y muchachos en honor de su dios Elagábalo.
Como otros anteriores emperadores romanos, vagaba por las calles de la ciudad, después de haber anochecido, disfrazado como mujer, ofreciendo su cuerpo a los desconocidos para el intercambio físico. A veces, visitaba los burdeles, revelaba su identidad, arrojaba a las prostitutas, y contentaba a los clientes. Una de sus diversiones predilectas era invitar a cenar a los siete hombres más gordos de Roma. A otros invitados se les servía comida artificial elaborada con cristal, mármol y marfil que estaban obligados a comer.
Sus despilfarros vaciaron las arcas del estado. Se dice que fue el primero de los romanos que usó vestidos confeccionados totalmente en seda, llamando mendigos a los que usaban por segunda vez una vestimenta que hubieran lavado. A la edad de diecisiete años se casó con un esclavo “Hieracles”, y ante de que abdicara en favor de su esclavo y se convirtiese en emperatriz, su guardia pretoriana lo asesinó, ahogándolo en excrementos en una letrina y arrojado al río Tíber.

De ahí que pensé tener dos opciones: Una persona víctima de la gula y otra pionera de aquella conducta sexual que hasta el presente es seguida por millones de personas.

Entonces decidí colocar a mi personaje entre el estudio de la Historia de aquel Magno Imperio y la realidad de este momento en el mundo, aprovechando que los Movimientos LGTB han alcanzado un protagonismo por sus luchas en pro de la igualdad y de la aceptación social de su escogencia sexual.

Y el resultado elegido:


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