Mi familia se fué a una fiesta de tambor y bueno, yo me quedé sentado mirando como fluiría la nueva aventura de mi personaje al hilo. Esta circunstancia, motivada por mi decisión de enrolarme en esta aventura creativa durante todo este mes en el que no estoy para nadie, me la estoy disfrutando con alegría de muchacho. Me senté tranquilito y me puse a armar una pared de Legos® y como por arte de magia la musa me llegó.
Nuestro personaje revive en la foto de mi día nueve, aquellas circunstancias que todas y todos hemos vivido alguna vez, en las cuales sentimos que no tenemos salida y que el encierro real o imaginario que nos rodea, tiene más de una opción para vencerlas.
Y mientras armaba la escena reflexionaba sobre esto último y concluía que:
- Hay que disfrutar de la vida a pesar de las circunstancias.
- La vida es como un puzzle. Lleva tiempo descubrir cómo encajan las piezas, pero encajan.
- En el transcurso de la vida pasan cosas buenas y cosas malas, todas ellas le dan forma por igual, todas ellas te dan forma a ti por igual. Sin estos acontecimientos, tanto los buenos como los malos, tú hoy no estarías donde estás ni serías quien eres.
No hay excusa que valga.
Es oportuna aquella famosa fábula de Esopo de nuestros tiempos de la escuela:
La
Zorra y las Uvas.
Quiso
una zorra hambrienta, al ver colgando de una parra hermosos racimos
de uvas, atraparlos con su boca; mas no pudiendo alcanzarlos se
alejó diciéndose a si misma:
-¡Están verdes!
Asimismo cierto hombres que no pueden llevar adelante sus asuntos
por culpa de su incapacidad, culpan a las circunstancias.
Siempre habrá una salida:
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