martes, 4 de febrero de 2014

O ASUMES O ASUMES. UN MAL PERDEDOR.

Nuestras pérdidas no incluyen sólo nuestras separaciones y nuestros adioses a los seres queridos, sino también las pérdidas conscientes o inconscientes de nuestros sueños, nuestras esperanzas irrealizables, nuestras ilusiones de libertad, de poder, de juventud, etc. Y estas pérdidas forman parte de nuestra vida, son constantes, universales e inevitables. Y son pérdidas necesarias porque crecemos a través de ellas. 
Analizando las etapas de este dolor:
La rabia.- Debemos expresar la rabia y el dolor que nos ocasiona esa pérdida. Exteriorizar esos sentimientos compone una forma efectiva de liberar el dolor.

El rechazo.- En esta fase, hay una combinación de ansiedad por no aceptar la realidad de la pérdida.  
La depresión.- Es la etapa que va precediendo a la que sigue:
La aceptación.- Son algunas de las fases que atravesamos aquellos que hemos perdido.
Las primeras, son de negación de lo sucedido, confusión y de una cierta anestesia emocional. El llanto, el aislamiento y las expresiones de rabia e impotencia, son comportamientos legítimos y no síntomas de trastorno psicológico. Debemos intentar normalizar nuestra vida lo antes posible, esa es la clave para el afrontamiento. No sólo uno mismo, sino los que nos rodean, se beneficiaran de ello.
Hay cientos de páginas escritas al respecto. Todas las pérdidas aplican. Es nuestra decisión asumirlas o no.
Una prueba de ello es recordar los sentimientos encontrados que se mueven en nosotros al final de este Concurso en sus pasadas ediciones. Frustración, descalificación, arrepentimiento y abandono. Sin embargo la esperanza de que en el año siguiente podemos lograrlo nos refresca la actitud y la inspiración y la motivación nos hincha el corazón y por ende la adrenalina estimula nuestra creatividad, nos vuelve la locura y aquí estamos, montados en una nave espacial sin casco y con poco oxígeno, pero el que con sensatez, concentración y bien administrado pone en la carrera lo mejor de sí, va confiado y optimista de que al final todo es ganancia. Como dice el Maestro OSHO:

La vida es un juego, un deporte. Juega bien, olvídate de ganar y perder.

 

No hay comentarios:

Publicar un comentario